El panorama sigue siendo el mismo, pero con menos personas. Ya solo quedan 79 presos políticos, de los 481 que llegaron a estar recluidos en el Internado Judicial de Carabobo, conocido como la cárcel de Tocuyito. Al menos una decena de ellos confronta padecimientos gastrointestinales serios e, incluso, uno sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV), que lo mantuvo en enfermería hasta hace unos días. Pese a la gravedad del evento, el hombre fue trasladado a su celda
Al pasar frente a la cárcel se observan las caras de angustia y depresión. Ya son casi siete meses de incertidumbre, de pasar hambre, frío o calor, sentados en alguna acera, frente al penal. Sobre cartones o directamente en el piso, los familiares de los privados de libertad durante y después de las protestas en contra de los resultados electorales, esperan alguna noticia. Ellos solo esperan la libertad de sus seres queridos para cerrar de un a vez por todas este oscuro capítulo en sus vidas.
Son personas de Táchira, Falcón, Bolívar, Yaracuy, Zulia, Lara, Trujillo y Barinas, que dejaron sus responsabilidades para venir a Carabobo a ver a sus hijos, padres, hermanos, o esposos. Frente al penal hacen hermandad, mientras esperan.
El fin de semana hubo cuatro intoxicados. Aún se desconoce la causa aunque se cree que tuvo que ver con la comida la cual, por fortuna, ha mejorado desde la designación de la nueva directora. Otros presentaron problemas gastrointestinales, pero en menor gravedad.
Esta semana están a la espera de la llamada de sus familiares que les confirme si habrá o no visita. Estas se están realizando cada 10 o 15 días. Todos reconocen un mejor trato a raíz del nombramiento de una mujer en la dirección. Aun así, quieren regresar a sus hogares y para ello piden libertad. Solo son 79, pedimos su libertad, dijeron.
Exigen libertad de Exar Javier Castillo Reyes, preso desde el 28 de julio de 2024
A través de su cuenta de X, el Comité por la Libertad de los Presos Políticos, pidió la liberación de Exar Javier Castillo Reyes, de 53 años, detenido el 28 de julio de 2024 en un centro de elección en el municipio Libertador del estado Carabobo.
En la publicación se indica que ese día, Castillo estaba frente al centro de votación U.E Campo de Carabobo, esperando que los testigos de mesa fueran autorizados para ingresar, para iniciar la jornada electoral.
Fue llamado a ingresar y al hacerlo varios hombres armados y vestidos de civil, presuntamente lo golpearon y patearon, para luego obligarlo a subir a una camioneta plateada.
Estuvo secuestrado por varias horas, lo que motivó a la comunidad a reaccionar con indignación y trancar la autopista para exigir su liberación.
Más tarde un funcionario de la Policía de Carabobo llamó a su esposa para informarle donde se encontraba. Sin embargo cuando acudió, funcionarios de la Dirección de General de Contrainteligencia Militar, no le permitieron verlo, ni le recibieron los medicamentos que le llavaba.
El 30 de julio fue llevado al Palacio de Justicia, donde fue imputado por terrorismo e incitación al odio. Pero sus familiares aseguran que cuanto ocurrieron los eventos poselectorales, él ya estaba detenido.
Castillo permanece recluido en el comando de la Guardia Nacional en Mañongo, Nauanagua, y su familia pide su inmediata liberación, por considerar que fue víctima de una detención arbitraria con lo cual se le violaron sus derechos humanos.
Sus parientes lo califican como un hombre honesto, trabajador y responsable, padre de dos hijos, residenciado en Campo Carabobo. En la comunidad es conocido como respetuoso y colaborador.
(Con informaciones de El Carabobeño)