Por: Williams Martínez Guevara
Ante la palpable y lamentable fragilidad de nuestros compañeros jubilados de la Alcaldía de Valencia, se debería reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de proteger a los más débiles, promoviendo la justicia y la igualdad de oportunidades para todos. La vulnerabilidad es una condición humana que nos hace susceptibles al daño físico, emocional y social.
Sugerimos que autoridades de la alcaldía de Valencia logren cambiar sus paradigmas de las estructuras sociales y sistemas que, por diseño o política, generan vulnerabilidad y excluyen a los dignos trabajadores jubilados, de beneficios económicos y sociales quienes, durante más de 25 años, dieron los mejores años de sus vidas trabajando más de ocho horas a la ciudad y sus habitantes.
Los jubilados de la Alcaldía de Valencia claman por justicia y humanidad: la verdadera paz y el progreso se logran cuando se busca activamente la justicia, y se garantiza la igualdad de oportunidades y beneficios sociales y económicos para todos.
Los más vulnerables no son meros objetos de caridad, sino trabajadores con historias, intelectuales, profesionales, docentes, obreros y capacidades propias, que deben ser parte de la solución y bajo la fórmula GANAR/GANAR, donde los trabajadores activos, contratados, jubilados, obtengan los mismos beneficios económicos y sociales, para todos igual.
Es muy triste y lamentable, visitar en sus hogares a nuestros compañeros jubilados, ya que un gran porcentaje de ellos, se encuentran en situaciones precarias, encamados, por falta de ayudas técnicas, con enfermedades crónicas, otros con graves sufrimiento de cáncer, varios de ellos han perdido la visión, otros tienen problemas de movilidad, requieren sillas de ruedas, andaderas, bastones, tensiómetros, glucómetros, nebulizadores y medicamentos.
Es doloroso observar las condiciones que sufren a diario, mujeres y hombres que dieron los mejores años de su vida, de trabajo continuo, sin detenerse, al municipio Valencia.