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La prueba de fuego del régimen de Maduro: el dilema estratégico de permitir la salida de María Corina Machado para viajar a Oslo

 


Medidas de seguridad frente al Grand Hotel de Oslo, Noruega, el 8 de diciembre de 2025, en relación con el Premio Nobel de la Paz. Se espera que la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, llegue a Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz, según un funcionario noruego. Las ceremonias de entrega del Premio Nobel de 2025 se celebrarán el 10 de diciembre de 2025, tanto en Estocolmo como en Oslo, como evento central de la Semana del Nobel 2025, que se celebrará del 6 al 12 de diciembre. Foto: EFE/ EPA/ LISE ASERUD

 

El contexto en el que se anunció el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado intensificó considerablemente su relevancia geopolítica. Machado recibió la noticia encontrándose en la clandestinidad en Venezuela. Esta situación se mantiene desde febrero de 2025, en el marco de una campaña de represión estatal.

La escalada de represión obligó también al exilio de Edmundo González Urrutia, la figura electoral unificada de la oposición, quien se encuentra en España. El premio actúa, en este contexto, como una prueba de fuego sobre la disposición del régimen de Nicolás Maduro para enfrentar una condena internacional generalizada.

Escenario uno: la confirmación de la dictadura

El premio genera dos escenarios de alto riesgo que la dirigencia oficialista debe evaluar. El primer escenario es que el régimen decida impedir la asistencia de María Corina Machado a Oslo, prohibiendo su salida para la ceremonia del 10 de diciembre. Una acción más drástica sería su detención antes de la fecha pautada.

Si cualquiera de estas acciones ocurre, se confirmaría automáticamente la etiqueta de "dictadura" que ha sido impuesta de manera indirecta por el Comité Nobel. Esto reforzaría las condenas globales ya existentes y podría intensificar las sanciones internacionales.

Existe un precedente histórico que sirve de advertencia: Aung San Suu Kyi en Myanmar. Ella ganó el premio a finales de los años noventa mientras se encontraba encarcelada y no pudo salir a recibir el reconocimiento personalmente. La creación de un nuevo precedente de "silla vacía" en Oslo se convertiría en el símbolo máximo de la represión autoritaria venezolana.

Escenario dos: la plataforma global inigualable

El segundo escenario, igualmente riesgoso para el régimen, implica permitir la asistencia de María Corina Machado a la ceremonia en Oslo. Si se le permite salir, Machado obtendrá una plataforma global inigualable para exponer la crisis del país. Su discurso de aceptación se transformará de inmediato en la declaración política venezolana de mayor alcance global en años.

Este discurso de alto nivel consolidaría la narrativa de resistencia y reforzaría la demanda internacional de respeto a los resultados electorales de 2024. La posible asistencia de María Corina Machado el 10 de diciembre se convierte, por lo tanto, en una negociación diplomática de alto voltaje.

Analistas señalan que el costo político de la represión, simbolizado por la "silla vacía," podría ser mayor para el régimen. Este costo podría superar el de permitirle a María Corina Machado una breve ventana de legitimación global de su liderazgo.


Combinación de imágenes de archivo creadas el 7 de diciembre de 2025, de (de izq. a der.) el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en el Palacio de Planalto en Brasilia el 28 de agosto de 2025; el presidente de Argentina, Javier Milei, en la Casa Blanca en Washington, D.C. el 14 de octubre de 2025; la líder opositora venezolana, María Corina Machado, en Caracas el 28 de julio de 2024; el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en el Palacio Presidencial de Carondelet en Quito el 31 de julio de 2025, y el presidente de Paraguay, Santiago Peña, en el Palacio Estévez en Montevideo el 2 de marzo de 2025. Mulino, Milei, Noboa y Peña asistirán como invitados especiales de Machado, cuando reciba el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 2025 en Oslo. Foto: AFP

 

La presión de la comunidad internacional

La convergencia de presidentes latinoamericanos en Oslo para acompañar a Machado el 10 de diciembre transforma la ceremonia. El acto se convierte en un poderoso evento de presión multilateral y diplomática. Esta es la manifestación más clara de un respaldo regional explícito.

Ese respaldo busca influir directamente en el panorama político venezolano, reforzando la posición internacional de la oposición. La amenaza de la "silla vacía" sigue siendo el símbolo más potente que el régimen podría generar con sus acciones. Si se le impide la asistencia, la ausencia servirá como testimonio gráfico de la represión.

Esto amplificaría el mensaje del Comité Nobel de forma más contundente que cualquier condena formal o comunicado diplomático. El desenlace de la asistencia de María Corina Machado a Oslo será un momento definitorio para el conflicto venezolano.

(Con información de El Nacional)

 

 

 

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