Detrás del reciente cambio de política del gobierno de
Nicolás Maduro en su acercamiento con Estados Unidos y sus opositores en
Venezuela estaría la disminución del apoyo entre su base tradicional, según
dijeron a Reuters fuentes cercanas al partido gobernante, votantes y analistas.
Después de meses de aparente descongelamiento de las
relaciones con el gobierno de Joe Biden, el régimen de Maduro tomó decisiones
que, de acuerdo con la agencia de noticias, sorprendieron a muchos
observadores.
Entre estas acciones se incluye el cierre de la oficina de
derechos humanos de las Naciones Unidas, el arresto de la activista y experta
militar Rocío San Miguel y la confirmación del Tribunal Supremo de la
inhabilitación política contra María Corina Machado, principal candidata de la
oposición a las presidenciales.
Según datos de Reuters, la caída del apoyo al madurismo
podría ser uno de los motores detrás de estos movimientos. Una encuesta
realizada por la firma Delphos en diciembre reveló que solo 25% de la población
respalda al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), frente a 30% del año
anterior.
«Si hay elecciones (libres y justas), perderá»
Se sugiere asimismo que Maduro está apostando a la
intimidación de activistas y opositores políticos para asegurar resultados
favorables en las elecciones, aunque algunos analistas dudan de la viabilidad
de este enfoque en un contexto de elecciones libres y justas.
«Si hay elecciones, perderá», afirmó una fuente cercana al
PSUV.
A pesar de un acuerdo de intercambio de prisioneros firmado
con Estados Unidos el año pasado y el compromiso de celebrar elecciones libres
en 2024, las tensiones recientes indican un regreso a una postura más
confrontativa por parte del gobierno venezolano, señaló la agencia de noticias.
El deterioro de la infraestructura petrolera y los problemas
económicos continuos han exacerbado el malestar entre la población, con
millones de venezolanos sufriendo escasez de alimentos, electricidad y agua.
Las manifestaciones y la demanda de aumentos salariales
entre los trabajadores del sector público reflejan además la creciente
frustración con las autoridades venezolanas.
(Con información de El Nacional)