Más de un centenar de personas han sido detenidas en toda
Rusia durante los funerales del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que fue
enterrado el viernes en la capital rusa entre estrictas medidas de seguridad.
Aunque el sepelio tuvo lugar en Moscú, el mayor número de
detenciones se produjo en las ciudades siberianas de Novosibirsk y Omsk, donde
fueron enviadas a comisaría hasta 35 personas, según informa la organización
OVD-Info, que vela por los derechos de los detenidos.
En Moscú fueron detenidas 14 personas. Mientras en la
capital de los Urales, Yekaterimburgo, considerada la ciudad más liberal del
país, hubo una decena de apresados.
Los funerales en Moscú transcurrieron sin apenas incidentes,
tanto en torno a la iglesia de Máriino donde se instaló la capilla ardiente
como en el cementerio de Borísovo donde fue enterrado el dirigente opositor.
Los asistentes corearon lemas y enarbolaron carteles contra
la guerra y el Kremlin, aunque gritos como «¡Putin, asesino!» fueron esta vez
esporádicos.
Los partidarios de Navalni denunciaron que algunos
provocadores gritaron «¡Vamos al Kremlin!», pero fueron rápidamente
identificados e ignorados por la muchedumbre.
El cementerio situado en el sudeste de Moscú tuvo que cerrar
y reabrir sus puertas en varias ocasiones. Esto, ante el gran flujo de deseosos
de despedirse del opositor, que falleció repentinamente el pasado 16 de febrero
en una prisión ártica; este es un hecho por lo que la familia, sus
correligionarios y Occidente responsabilizan directamente al presidente ruso,
Vladímir Putin.
El candidato por la paz, Boris Nadezhdin comentó la víspera
a EFE durante los funerales que Navalni cuenta con «millones» de simpatizantes.
El opositor, al que han denegado la posibilidad de concurrir a las
presidenciales del 17 de marzo, llamó a los rusos a perder el miedo.
La madre de Navalni
visitó su tumba
La madre del líder opositor ruso Alexéi Navalni visitó su
tumba este sábado en Moscú, al día siguiente del funeral, en el que
participaron miles de personas que se arriesgaron a ser detenidas.
Navalni, el crítico más acérrimo del presidente Vladimir
Putin durante más de una década, murió a los 47 años en una colonia
penitenciaria del Ártico el mes pasado, donde cumplía una condena de 19 años
por cargos de «extremismo», en unas condiciones todavía por esclarecer.
Su madre, Liudmila Navalnaya, visitó su tumba, cubierta de
flores y coronas, en el cementerio de Borisovo, en el sur de Moscú, a primera
hora de la mañana del sábado, observaron periodistas de la AFP.
La acompañaba Alla Abrosimova, madre de la viuda de Navalni,
Yulia Navalnaya.
Yulia Navalnaya, los dos hijos de la pareja y el hermano de
Navalni viven todos en el extranjero y no asistieron al funeral. Esto ante el
riesgo de que los detuvieran.
La viuda del opositor se comprometió a continuar la labor de
su marido y responsabilizó a Putin de su muerte.
Presencia policial
Dolientes continuaron el sábado depositando flores en su
tumba, bajo una presencia policial continua en el cementerio, cerca de las
orillas del río Moscova.
Miles de seguidores de Navalni acudieron la víspera a las
exequias del opositor para rendirle un último homenaje.
Mientras se dirigían desde una iglesia cercana al
cementerio, en una larguísima fila, algunos coreaban « ¡No a la guerra!» y
otras consignas a favor de Navalni, como tildar a Putin de «asesino» y pedir la
liberación de los presos políticos.
La policía rusa detuvo el viernes al menos a 128 personas
que asistieron a homenajes a Navalni en 19 ciudades. Esto, según la oenegé de
derechos humanos OVD-Info.
Las escenas de miles de personas marchando en apoyo al
opositor no se habían visto en Rusia desde el inicio de la operación militar en
febrero de 2022. Los manifestante exigían el fin de la ofensiva rusa en Ucrania
y arremetiendo contra el Kremlin
El Kremlin reprime duramente la disidencia. También utiliza
estrictas leyes para perseguir a cientos de personas que se han manifestado
públicamente en contra de la campaña.
(Con notas de Efe y AFP)