El gobierno de Israel aceptó este martes 21 de noviembre el
acuerdo con el grupo islamista Hamás para la liberación de 50 secuestrados en
la Franja de Gaza, a cambio de la liberación de presos palestinos y una tregua
de cuatro días.
Horas antes del anuncio, Hamás ya había adelantado que «la
pelota» estaba «en el campo de Israel» después de que el grupo informara de su
posición sobre el acuerdo a los mediadores de Catar y Egipto.
Todos los miembros del ejecutivo del primer ministro
Benjamín Netanyahu votaron a favor del intercambio y de la tregua excepto los
tres ministros del Partido Poder Judío (Otzma Yehudit), del ultraderechista y
ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
A falta de que se conozcan los términos del acuerdo, que se
espera que Catar anuncie en las próximas horas, informaciones filtradas a
medios israelíes apuntan que el pacto incluye la liberación de un mínimo de 50
rehenes, en su mayoría niños y sus madres, con la posibilidad de que la cifra
se amplíe a 80, además de un alto el fuego de mínimo cuatro días, que podría
extenderse varios días más.
Hamás llevará los rehenes a Egipto a través del paso de
Rafah en grupos diarios de unos diez y, desde allí, serán trasladados a Israel.
Por su parte, Israel deberá excarcelar a unos 150
prisioneros palestinos, también en su mayoría mujeres y menores que no estén
condenados por delitos de sangre.
Además, el Ejército se compromete a no sobrevolar la Franja
de Gaza durante seis horas diarias mientras la tregua esté en vigor para
permitir a Hamás localizar a rehenes que se encuentran en poder de otros grupos
armados, como la Yihad Islámica.
Según algunas estimaciones, Hamás retiene a entre 210 y 240
rehenes, mientras que la Yihad Islámica Palestina mantiene bajo poder a unos
30.
El acuerdo también incluiría, según la prensa hebrea, la
entrada a la Franja incluida la parte norte, de 100 a 300 camiones con
alimentos y ayuda médica, además de combustible.
Cese de hostilidades
desde el jueves
Asimismo, según la televisión pública israelí, el cese
temporal de las hostilidades comenzará el jueves para dar 24 horas para la
presentación de eventuales apelaciones a la decisión gubernamental ante la
Corte Suprema.
No serán liberados soldados ni hombres ni se recuperarán los
cadáveres de rehenes fallecidos. Sin embargo, medios precisaron que podrían
intercambiar hombres ancianos y rehenes con nacionalidad extranjera.
Otro de los puntos que destaca la prensa israelí es que
Hamás deberá entregar los nombres de las personas que serán liberadas con un
día de antelación.
Netanyahu aseguró antes de la reunión del Gobierno que el
acuerdo incluye que la Cruz Roja visitará a los secuestrados y les ofrecerá
ayuda médica.
Antes de las discusiones de su Gabinete, el primer ministro
aseguró que aceptar este acuerdo, que según Hamás se lleva discutiendo un mes,
«es una decisión difícil, pero es la decisión correcta».
No obstante, Netanyahu advirtió de que esta tregua no
significa el fin de la ofensiva, que ha causado más de 14 mil muertos, de los
que más de 5 mil son niños.
«Se están diciendo muchas cosas sin sentido por ahí como que
después de la pausa para devolver a nuestros rehenes, pararemos la guerra. Pues
que quede claro: estamos en guerra y continuaremos la guerra. Continuaremos la
guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos de guerra: Eliminar a Hamás,
devolver a todos nuestros rehenes y desaparecidos y garantizar que no haya
ningún elemento en Gaza que amenace a Israel», dijo Netanyahu antes de la
reunión.
Esta pausa se produce después de semanas de presiones cada
vez mayores de la comunidad internacional y de los principales organismos
internacionales, como Naciones Unidas, para detener los incesantes ataques, que
han causado también más de 1,5 millones de desplazados.
Israel le declaró la guerra a Hamás tras el ataque que lanzó
el grupo islamista contra Israel el 7 de octubre, en el que murieron más de mil
200 personas y 240 fueron secuestradas y trasladadas a Gaza.
(Con nota de EFE)