El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció la noche de sábado que la administración Trump ejecutó otro ataque “cinético letal” contra una embarcación vinculada al narcotráfico en el mar Caribe.
Según indicó el funcionario en su cuenta de X, la nave era operada por una “organización terrorista designada” y transitaba por una ruta conocida de contrabando de drogas. “Esta embarcación, así como todas las anteriores, estaba involucrada en el tráfico ilícito de narcóticos”, señaló.
El ataque, llevado a cabo en aguas internacionales, dejó tres hombres muertos, identificados por Washington como “narcoterroristas”. No se registraron bajas entre las fuerzas estadounidenses.
“El Departamento tratará a estos narcoterroristas exactamente como tratamos a Al-Qaeda. Los rastrearemos, mapearemos, cazaremos y eliminaremos”, advirtió el secretario, al subrayar que las operaciones continuarán para impedir que drogas lleguen a territorio estadounidense.
Contexto de las operaciones
Este nuevo episodio se suma a una serie de operaciones contra embarcaciones que Washington atribuye a redes de tráfico y a la creciente política estadounidense de calificar y atacar a determinados grupos como “narco‑terroristas”.
La expansión de estas operaciones incluidas incursiones en el Pacífico y el Caribe en semanas anteriores ha tensado las relaciones con gobiernos de la región como Venezuela y Colombia y encendido debates en el Congreso estadounidense.
El presidente Donald Trump afirmó que también autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela. Sin embargo, el pasado viernes negó que su gobierno "esté preparando un ataque contra objetivos militares en Venezuela", desmintiendo reportes de medios estadounidenses que afirmaban que la Casa Blanca ya había aprobado esa medida.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro considera las operaciones estadounidenses como un preludio de un posible ataque contra Venezuela.
Por otra parte, el gobierno de Venezuela expresó la semana pasada su respaldo al pronunciamiento del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien condenó los bombardeos militares ejecutados por Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico, que según la Cancillería, han dejado más de 60 fallecidos.
(Con información de El Cooperante)
