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Inició proceso para retirarle títulos y honores: el príncipe Andrés abandonó Royal Lodge por orden del rey Carlos III y se mudará a Sandringham

 


El príncipe Andrés deja oficialmente su residencia de Royal Lodge, en Windsor, luego de que el rey Carlos III ordenara la rescisión del contrato de arrendamiento que le permitía vivir allí desde hace más de dos décadas.

El hermano del monarca británico se trasladará a una propiedad dentro de la finca privada de Sandringham, según confirmaron a People fuentes cercanas al Palacio de Buckingham.

El anuncio, emitido este jueves a través de un comunicado oficial difundido por medios de comunicación, pone fin a un prolongado conflicto interno en la familia real en torno al estatus de Andrés, quien enfrenta un renovado escrutinio por su relación con el fallecido financiero Jeffrey Epstein.

“Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el tratamiento, los títulos y los honores del príncipe Andrés. A partir de ahora, será conocido como Andrés Mountbatten-Windsor”, señaló el comunicado del palacio, que también confirmó la anulación del contrato de arrendamiento y el retiro de todos sus privilegios reales.

Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones ubicada en los terrenos de Windsor Great Park, era la residencia principal del duque de York y de su exesposa Sarah Ferguson, con quien mantiene una relación cercana pese a su divorcio en 1996.

El contrato de arrendamiento, considerado “legalmente inquebrantable”, había sido firmado por 75 años y protegido por la ley británica, lo que obligó a ambas partes a negociar su rescisión formal. El acuerdo otorgaba a Andrés el derecho a ocupar la propiedad a cambio de un “alquiler simbólico”, tras haber invertido más de 10 millones de dólares en la adquisición y renovación de la residencia.

Fuentes citadas por la revista People indicaron que el nuevo alojamiento del príncipe será financiado con fondos privados del rey Carlos, aunque no se han revelado detalles sobre la ubicación exacta dentro de Sandringham.

Medios británicos también informaron que Andrés había solicitado dos residencias alternativas: Frogmore Cottage —antigua casa del príncipe Harry y Meghan Markle— para él, y Adelaide Cottage, actual residencia de los príncipes de Gales, para Sarah Ferguson. Sin embargo, el Palacio habría rechazado esa petición.

Un pasado bajo escrutinio

El príncipe Andrés renunció a sus funciones públicas en 2019, tras una polémica entrevista con la BBC en la que abordó su relación con Epstein. En 2022, la reina Isabel II le retiró sus títulos militares y patronazgos reales luego de que un tribunal estadounidense admitiera la demanda civil presentada por Virginia Giuffre, quien lo acusó de abuso sexual. Aunque el príncipe negó los hechos, llegó a un acuerdo extrajudicial con la demandante.

Desde entonces, Andrés ha mantenido una vida discreta, participando únicamente en actos familiares. Sin embargo, el rey Carlos habría decidido mantenerlo al margen de los eventos oficiales y de las celebraciones navideñas en Sandringham.

“No se puede destituir a alguien de su papel de hermano, pero lo mejor para todos es que mantenga un perfil bajo”, afirmó una fuente cercana al monarca.

El pasado 17 de octubre, el príncipe Andrés anunció que daría un paso atrás en la familia real y renunciaría a todos sus títulos y honores, alegando que las continuas acusaciones en su contra distraían del trabajo de la monarquía.

El libro póstumo de Virginia Giuffre, “La chica de nadie” añadió un nuevo capítulo a la controversia. Giuffre asegura que Andrés habría intentado desacreditarla contratando trolls de internet y solicitando a su guardaespaldas y a la oficina de la reina obtener información para “empañar” su nombre.

La salida de Royal Lodge marca un nuevo capítulo en la larga caída en desgracia del duque de York, quien durante años fue una de las figuras más visibles de la monarquía británica.

(Con información de El Cooperante)

 

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