La madrugada de este lunes 25 de agosto, la periodista Darsy Alvarado falleció en su hogar a los 75 años, dejando un legado imborrable en medios de comunicación de Venezuela. Egresada de la Universidad Central de Venezuela, Darsy dedicó su vida a la verdad, la justicia y la defensa de la libertad de expresión, convirtiéndose en un referente para generaciones de comunicadores.
Durante décadas, Darsy tuvo una trayectoria impecable en medios impresos, trabajando con rigor, pasión y profesionalismo. Su labor más reciente la desempeñó como editora de El Carabobeño, medio al que se integró cuando aún circulaba en edición impresa y donde se mantuvo activa hasta el año pasado, dejando huella en cada artículo y en cada decisión editorial.
También se destacó como corresponsal internacional. Entre sus experiencias más memorables estuvo la cobertura de la guerra en Nicaragua, conflicto del que siempre compartía anécdotas que reflejaban su valentía y compromiso con la información veraz. Para Darsy, informar con ética y responsabilidad era una misión que iba más allá del oficio: era un compromiso con la sociedad.
La lucha de Darsy contra la enfermedad
Hace un año y tres meses, Darsy enfrentó un difícil periodo de salud tras sufrir una fractura de fémur producto de una caída. La operación inicial no se realizó de manera adecuada, y esto desencadenó un deterioro progresivo de su estado físico. Con el tiempo, surgieron complicaciones severas que derivaron en el diagnóstico de una enfermedad arterial periférica grado IV, una condición extremadamente agresiva que afectó gravemente su circulación sanguínea.
Esta enfermedad vascular provocó que los tejidos de su pierna izquierda comenzaran a morir, desarrollando una necrosis avanzada que obligó a especialistas a amputarla junto a un dedo del pie derecho el 24 de marzo. Pocos días después, la situación requirió una intervención similar en su pierna derecha, realizada el 5 de abril, para evitar la pérdida de más tejido. Darsy también padecía de arterioesclerosis, lo que complicaba aún más su recuperación.
Durante todo este tiempo, su hija, Julia Rivas Alvarado, lideró diversas campañas de recaudación de fondos con el apoyo de amigos y colegas de Darsy, para costear los tratamientos, medicamentos y procedimientos quirúrgicos tan necesarios ante los altos costos médicos. Gracias a estos esfuerzos, Darsy pudo recibir atención especializada y mantenerse con dignidad durante su prolongada enfermedad.
Legado y despedida
A pesar de los desafíos físicos, Darsy Alvarado nunca perdió su espíritu luchador ni su pasión por el periodismo. Su vida es un ejemplo de dedicación, valentía y compromiso con la verdad. Quienes trabajaron con ella recuerdan a Darsy como una profesional incansable, una editora exigente pero justa, y una amiga que siempre estaba dispuesta a apoyar a quienes la rodeaban.
La periodista falleció rodeada de amor y oración, al lado de su hermana Melicia y su cuidadora, mientras rezaban un rosario. La partida de Darsy deja un vacío profundo en el periodismo venezolano, pero su legado permanecerá en cada palabra que escribió y en cada periodista que se inspiró en su ética y valentía.
Darsy Alvarado será recordada no solo por su trabajo, sino por la humanidad con la que enfrentó los desafíos más difíciles, demostrando que la pasión y la entrega pueden trascender incluso las pruebas más duras. Su memoria seguirá viva en cada historia contada con verdad y compromiso.
(Con información de Dayrí Blanco / El Carabobeño)