El magnate tecnológico Elon Musk lanzó un dardo contra su antiguo aliado, el presidente Donald Trump, acusándolo de «ingratitud» y asegurando que sin su apoyo el republicano no habría regresado a la Casa Blanca.
«Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas hubieran controlado la Cámara de Representantes y los republicanos se habrían quedado en 51-49 en el Senado», publicó Musk en la red social X, de su propiedad.
El hombre más rico del mundo, que invirtió al menos 250 millones de dólares en la campaña de reelección de Trump, expresó malestar en respuesta a las declaraciones del mandatario, quien manifestó que está «muy decepcionado» con el surafricano por sus críticas al polémico plan fiscal y presupuestario que se debate en el Senado, reseñó Efe.
Poco después, en la misma conversación en X, Musk escribió «qué ingratitud» ante la perplejidad de su millones de seguidores, que le preguntaron al bot de inteligencia artificial de la plataforma Grok qué pasaba.
El detonante entre Trump y Musk
El desencuentro estalló por el «Gran y hermoso proyecto de ley» de Trump, que según estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso aumentaría la deuda estadounidense en 2,4 billones de dólares durante la próxima década.
Musk ya había advertido que la aprobación de esta propuesta por la Cámara Baja «socavaba» su labor como asesor del gobierno y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), enfocado en reducir el despilfarro de fondos federales.
El magnate se despidió el viernes de su cargo como empleado temporal de la administración, en una ceremonia en el Despacho Oval donde Trump y él se deshicieron en elogios mutuos.
(Con información de El Nacional)
Trump tras la crítica de Musk al proyecto presupuestario: «Estoy muy decepcionado»
Su alianza fue espectacular y su ruptura no se queda atrás. Donald Trump y Elon Musk consumaron este jueves su divorcio como en un programa de telerrealidad: el presidente dijo estar «muy decepcionado» y el empresario lo acusó de «ingratitud».
«Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió», dijo el presidente republicano a periodistas en el despacho oval después de que Musk, hasta hace poco uno de sus más cercanos asesores, calificó de «abominación» su proyecto de ley presupuestaria.
El hombre más rico del mundo respondió en vivo en su plataforma de redes sociales X mientras el republicano todavía daba su versión ante las cámaras del mundo entero.
Junto con él un testigo: el jefe del gobierno alemán Friedrich Merz, que permaneció estoico, en silencio.
Trump, de 78 años de edad, arremetió contra el jefe de SpaceX y Tesla desde los primeros minutos de la reunión con el dirigente alemán.
Trump cuando le preguntaron por Musk
«Estoy muy decepcionado, porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los que están sentados aquí (…) De repente le plantea un problema», aseguró Trump cuando le preguntaron por Musk.
Todo ello menos de una semana después de que Trump despidiera en el despacho oval de la Casa Blanca al rostro visible de la comisión de eficiencia gubernamental conocida como DOGE y encargada de recortar los gastos.
Musk, nacido en Suráfrica, respondió igual de tajante. «Falso», dijo sobre la afirmación de que ha visto el proyecto de ley con anticipación.
«Cualquier cosa», escribió el hombre más rico del mundo sobre un video en el que Trump dice que su exasesor está enfadado por la pérdida de subsidios para los vehículos eléctricos.
Fue más lejos al decir que el republicano habría perdido las elecciones presidenciales de noviembre sin su ayuda.
Musk fue el principal donante de la campaña de Trump, con casi 300 millones de dólares.
«Sin mí, Trump habría perdido las elecciones», opinó Musk en X. «Qué ingratitud», añadió.
Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street 8% después de los comentarios, señal de que los inversionistas dan por hecho el divorcio entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso.
«¿Un poco de maquillaje?»
Trump explicó la situación a los reporteros en lo que parecía más una sesión de terapia que una reunión con un líder extranjero.
Habló de la despedida de Musk en el despacho oval el viernes, cuando apareció con un ojo morado debido, según él, a un puñetazo que le dio su hijo jugando.
Tuvo lugar en un momento delicado para Musk, después de que el New York Times revelara que, durante la campaña electoral, el empresario consumió grandes cantidades de ketamina, un anestésico con efectos estimulantes, además de éxtasis, hongos alucinógenos y medicamentos.
«Viste a un hombre que estaba muy feliz cuando estaba de pie detrás del escritorio oval, e incluso con el ojo morado. Dije, ¿quieres un poco de maquillaje? Te pondremos un poco de maquillaje», recordó Trump.
«Pero él dijo: ‘No, no lo creo’ lo cual es interesante y muy agradable. Quiere ser quien es», prosiguió.
Trump comentó que podía entender por qué Musk está molesto con algunas medidas como retirar a un candidato para dirigir la agencia espacial NASA a quien el magnate tecnológico había respaldado.
Posteriormente la pelea siguió con más artillería. Trump llamó «loco» a quien hasta hace poco consideraba su amigo y lo amenazó con quitarle los contratos con el Estado.
«Elon se estaba ‘desgastando’, le pedí que se fuera», dijo Trump en su plataforma Truth Social.
«La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon», añadió.
El enfado se debe a un megaproyecto presupuestario que Trump llama la «gran y hermosa ley». Su objetivo es continuar con las reducciones de impuestos de su primer mandato (2017-2021).
Musk lo calificó el martes de «abominación repugnante» porque asegura que disparará el déficit de Estados Unidos.
El miércoles pidió a los republicanos que «maten el proyecto de ley» y que presenten un plan alternativo que «no aumente masivamente el déficit».
(Con información de AFP)