«El abuso de poder y la mentira quiere generar en nosotros una actitud de miedo». Así lo dijo el cardenal Baltazar Porras este miércoles para referirse a la situación que vivió luego de que fuerzas del Estado le impidieron llegar al estado Trujillo el 26 de octubre para presidir la misa en honor de san José Gregorio Hernández.
Su trayecto, relató, fue interrumpido por un inusual despliegue militar. “Una movilización de soldados, centenares por todo el camino”, describió, señalando además que le dieron excusas falsas para evitar su llegada al lugar del acto litúrgico.
Porras explicó que su presencia en Isnotú tenía un propósito estrictamente pastoral: asistir a una misa. Sin embargo, considera que su postura firme y coherente frente a la realidad del país pudo haber motivado la obstrucción. “Ser de una sola pieza creo que genera este tipo de cosas”, reflexionó.
Lejos de adoptar una actitud confrontativa, el cardenal hizo un llamado a la dignidad y a la conciencia ciudadana. “No se trata de enfrentarse así como quien dice por encima de todo, pero sí con un mínimo de dignidad”, afirmó. Asimismo, recordó que los servidores públicos “están hechos en principio para estar al servicio de la gente y no para que estén contra la gente”.
Tensiones entre el gobierno y la Iglesia reflejan la crisis en Venezuela
Las tensiones entre el gobierno venezolano y la Iglesia católica se intensificaron luego de que Nicolás Maduro acusara al cardenal de haber “dedicado su vida para evitar la canonización” de José Gregorio Hernández. La afirmación se produjo días después de que Porras, desde Roma, denunciara la situación política del país en los actos previos a la canonización de los santos venezolanos Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández.
Durante su intervención en la capital italiana, el cardenal expresó: “Vivimos en una situación moralmente inaceptable. La merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que incita la violencia, la corrupción, la falta de autonomía de los poderes públicos y el irrespeto de la voluntad popular configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica ni a superar las carencias estructurales”.
Estas declaraciones generaron molestia en el Ejecutivo, que respondió con acusaciones directas. “Han sido derrotados por Dios”, dijo Maduro en referencia a Porras y otros miembros de la Iglesia, asegurando que la canonización se logró “muy a pesar de ellos”.
(Con información de El Nacional)
