Su reciente viaje a Escocia ha sonado nuevamente las alarmas sobre el deterioro cognitivo que sufre Donald Trump. "Desplegó largas diatribas sobre los molinos de viento. Despotricó sobre la ingratitud de los niños hambrientos de Gaza. Incursionó en teorías conspirativas absurdas sobre el escándalo de Jeffrey Epstein. Fue un detalle que Donald Trump viajara a Escocia y mostrara de primera mano a nuestros aliados europeos que Estados Unidos está dirigido por un hombre egocéntrico y profundamente extraño con un evidente deterioro mental", publicó el columnista escocés Alex Massie en la prensa de su país, un duro artículo destinado a desnudar al "rey del golf" durante su visita a Escocia.
"La cabeza de Trump, a juzgar por sus divagaciones, está compuesta en un 90% por teorías conspirativas y en un 10% por neuronas", concluyó el mordaz analista.
Nada nuevo aunque oculto. Porque ya varios expertos en salud mental han revelado sus sospechas sobre la demencia que pareciera sufrir el presidente, al extremo de que algunos han pronosticado que no llegará sano al término de su mandato. Uno de ellos es su sobrina, la psicóloga Mary Trump, quien ha expuesto crudamente lo que considera un evidente deterioro mental de su tío. En su programa de YouTube Trump Trolls Trump, la psicóloga ha llegado a afirmar que el presidente "no puede ni atarse los zapatos". Pero reconoce cierta habilidad en Trump, argumentando que "es bueno mezclando su declive cognitivo con narcisismo", lo que sugiere una preocupación profunda sobre las potenciales consecuencias para la democracia estadounidense.
Otro psicólogo, el profesor titular del Departamento de Psicología de la Universidad de Cornell y del Departamento de Psiquiatría de Weill Cornell Medicine, Harry Segal, ha afirmado que la torpeza de Trump en sus presentaciones personales son una clara señal de deterioro mental.
"Lo alarmante es el aumento de los discursos y decisiones políticas extravagantes. Dio una respuesta sobre el cuidado infantil al Club Económico de Nueva York tan incoherente que incluso sus partidarios se preocuparon. Hace poco se perdió en un mitin y empezó a hablar de los ocho círculos que Biden llenó de periodistas. Ningún miembro de su equipo ha podido explicar a qué se refería."
Para el doctor John Gartner, otro especialista en la materia, Donald Trump pareciera estar perdiendo el ritmo con indicios de que sus habilidades motoras estarían deteriorándose de manera progresiva.
La observación surge después de que se viera a Trump ocultar, supuestamente, un catéter bajo la pernera de su pantalón, lo que sería un indicador de un tipo específico de esta enfermedad conocida como demencia frontotemporal.
“Cuando hablamos del deterioro por demencia, me centraba en el lenguaje porque es lo que más observamos, pero también siempre vemos un deterioro en el rendimiento motor”, dijo Gartner en una entrevista en The Dean Obeidallah Show.
El experto aseguró que en los últimos años ha habido un notable deterioro en la coordinación de Donald Trump asegurando que “ahora, sabes que realmente tiene problemas para subir las escaleras, se tropieza y se cae”.Gartner aseguró que un solo tropiezo no significa necesariamente que alguien tenga una enfermedad mental, pero sí mencionó otras señales preocupantes. “No me gusta decir ‘Oh, se tropezó en las escaleras’, pero no, camina lento, se está cayendo”, comentó.
Para los especialistas, Trump ha mostrado signos de demencia durante el último año, como lo indican su extraña forma de andar, su parafasia fonémica (cuando empieza una palabra y no la termina) y su disminución en la complejidad de sus palabras y conceptos. Esta capacidad limitada explica su pobre desempeño en los debates, pero hay dos señales más inquietantes de su declive.
En primer lugar, evita eventos en los que tiene que responder con coherencia y espontaneidad y en segundo lugar, se ha vuelto más impulsivo, otra señal de demencia incipiente. Esto explica su extraño comportamiento en Filadelfia cuando decidió ser DJ en un mitin. "Otra señal más de su acelerado deterioro cognitivo."
Lo cierto es que recientemente se ha visto al presidente apoyando más su pierna izquierda. Un video grabado por Right Side Broadcasting Network lo mostró apoyándose en ella mientras subía las escaleras del Air Force One tras partir de la cumbre de la OTAN en los Países Bajos.
Mientras un riguroso estudio publicado por The National Institute of Health, demostró que la presencia de la enfermedad crónica de las venas, que oficialmente sufre Donald Trump, está asociada al riesgo de demencia por cualquier causa. "En conclusión, nuestro estudio sugiere que la presencia de Venas Varicosas podría estar asociada con un mayor riesgo de demencia por cualquier causa en el futuro".
Pero ha sido la cobertura de su reciente viaje a Escocia lo que mostró a los periodistas que Trump estaba armado con incongruencias de alto nivel.
"Esta inmigración está matando a Europa", dijo con tono racista. Y enseguida comenzó a criticar a los molinos de viento "que están matando la belleza de sus países". Tema con el que aburrió también a la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: "No permitiremos que se construya un molino de viento en Estados Unidos… Nos están matando. Están matando la belleza de nuestros paisajes, nuestros valles, nuestras hermosas llanuras". Tema que retomó durante su reunión con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, el presidente dijo: "Destruye la belleza de sus campos, sus llanuras y sus vías fluviales, y miren allá afuera: no hay molinos. Pero si miran hacia otro lado, ven molinos". ¿Están los molinos de viento con nosotros ahora mismo, Sr. presidente?".
Sin mencionar la serie de disparates que suele publicar en redes sociales a altas horas de la noche, como ese de que Beyoncé debería ser procesada por un pago inexistente de 11 millones de dólares de la campaña presidencial de Kamala Harris. O su respuesta cuando le preguntaron qué opinaba sobre las imágenes de los niños hambrientos de Gaza y no solo olvidó el nombre del primer ministro de Israel sino que se quejó porque la ayuda enviada no contó con el agradecimiento debido de los habitantes de Gaza.
“Donamos 60 millones de dólares hace dos semanas, y nadie lo reconoció, para comida. Es terrible, ¿sabe? Realmente, al menos uno quiere que alguien diga gracias… Nadie lo reconoció, nadie habla de ello….Caramba, muchas gracias", y estaría bien recibir al menos un agradecimiento…y de allí saltó a hablar de Irán: ("Creo que Irán está actuando de forma inapropiada. Tenemos a mucha gente actuando…") y sin explicación alguna, se refirió entonces a Venezuela: "Siguen enviando a nuestra frontera a personas que rechazamos. Siguen enviando drogas a nuestro país. Han sido muy desagradables”.
(Con información de El Cooperante)