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El papa impuso palio a arzobispos González de Zárate (Valencia), Raúl Bior (Caracas), Polito Rodríguez (Barquisimeto) y Ángel Caraballo (Cumaná)

 


El papa León XIV impuso el palio a 54 nuevos arzobispos metropolitanos, entre ellos doce provenientes de América Latina, tres argentinos, dos mexicanos, cuatro venezolanos, dos guatemaltecos y un peruano.

Durante la misa con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Santo Pontífice entregó el palio a Mons. Gustavo Oscar Carrara, arzobispo de La Plata, que fue auxiliar en Buenos Aires y es conocido por su trabajo pastoral en villas populares; Mons. José Adolfo Larregina, arzobispo de Corrientes, que asumió la sede en febrero de 2024 tras años como obispo de Puerto Iguazú y Mons. Raúl Martín, arzobispo de Paraná, antes fue obispo de Santa Rosa y auxiliar en Buenos Aires.

De México, Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G., arzobispo de Tlalnepantla, que pertenece a la congregación de los Misioneros de Guadalupe y Mons. José Francisco González González, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, que fue obispo de Campeche antes de su actual nombramiento.

Venezuela fue el país más representativo con 4 nuevos arzobispos de América Latina: Mons. Raúl Biord Castillo, S.D.B., arzobispo de Caracas. Es salesiano y era obispo de La Guaira antes de asumir la arquidiócesis capitalina; Mons. Jesús Ramón González de Zárate Salas, arzobispo de Valencia, que fue auxiliar de Caracas; Mons. Polito Rodríguez Méndez, arzobispo de Barquisimeto, que ocupó anteriormente la sede de la diócesis de San Carlos; Mons. Ángel Francisco Caraballo Fermín, arzobispo de Cumaná, que fue obispo auxiliar de Maracaibo y obispo de Cabimas.

De Guatemala, participaron en la ceremonia dos arzobispos: Mons. Víctor Hugo Palma Paúl, arzobispo de Escuintla, conocido por su compromiso en pastoral social y migratoria y Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez, S.J., arzobispo de Santiago de Guatemala, que también ha sido presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala.

La lista la cerró el peruano Mons. Gilberto Alfredo Vizcarra Mori, S.I., arzobispo de Trujillo, que fue vicario apostólico en Jaén antes de su actual responsabilidad.

Autoridad pastoral


 

Este importante rito no solo simboliza la autoridad pastoral del Arzobispo.También su compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia, detalló un comunicado de la Arquidiócesis de Valencia.

La ceremonia, realizada en la Basílica de San Pedro, estuvo marcada por un profundo sentido de unidad y fraternidad, con la presencia de numerosos obispos y representantes de diversas diócesis.

 

Durante la homilía, el Papa León XIV destacó la importancia del Palio como un signo de cercanía y servicio a las comunidades que el Arzobispo tiene bajo su cuidado. "Este signo, al mismo tiempo que recuerda la tarea pastoral que les ha sido confiada, expresa la comunión con el obispo de Roma, para que, en la unidad de la fe católica, cada uno de ustedes pueda alimentarla en las Iglesias locales confiadas a ustedes”, señala la nota de prensa

La ceremonia concluyó con una bendición especial para todas las comunidades del mundo. También con un llamado a fortalecer la unidad y el compromiso en la misión evangelizadora.

Este rito, cargado de simbolismo, fue modificado por el Papa Francisco en 2015. El decidió que sólo entregaría a los arzobispos esta banda de lana blanca. Tiene forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra, se asemeja a una estola y se utiliza a modo de escapulario. La imposición se haría después, en cada arquidiócesis,y estaría a cargo del nuncio.

El Papa argentino explicó entonces que era un gesto para dar más protagonismo a las iglesias locales, hacer la ceremonia más pastoral y participativa. Además, reforzará el vínculo entre el arzobispo y su pueblo, sin debilitar la comunión con Roma.

(Con informaciones de Notitarde, Aciprensa y El Carabobeño)

 

 

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